Agosto es el mes del corazón, y no es casualidad que se celebre con fuerza. Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en Chile. Lo preocupante es que muchos infartos se pueden prevenir, pero sus síntomas pasan desapercibidos, especialmente en mujeres y personas jóvenes. Entonces, ¿cómo lo evitamos? Conversemos de señales, prevención y acciones concretas.
No todos los infartos se sienten igual

Cuando pensamos en un ataque al corazón, imaginamos un dolor fuerte en el pecho que se irradia al brazo, cuello, mandíbula o espalda. Pero no siempre es así. En muchas mujeres, por ejemplo, los síntomas son más sutiles. Pueden presentar fatiga intensa, náuseas, dolor en la espalda o cuello e incluso indigestión. Sin embargo, estos síntomas muchas veces se confunden con ansiedad o estrés, lo que retrasa el diagnóstico.
También debemos prestar atención a los jóvenes. Solemos asociar los infartos con personas mayores, pero cada vez se presentan más casos en menores de 50 años.
El cuerpo no siempre avisa con tiempo, y si no hay chequeos ni hábitos saludables, las consecuencias pueden ser graves.
El trabajo también influye en tu corazón
¿Sabías que el corazón también trabaja? No siempre lo pensamos así, pero el corazón también trabaja y mucho. Sobre todo, cuando vivimos jornadas exigentes, nos enfrentamos al estrés constante o pasamos horas sin movernos frente a una pantalla.
El entorno laboral tiene un impacto real en nuestra salud cardiovascular. El estrés crónico, por ejemplo, puede elevar la presión arterial, aumentar los niveles de colesterol y desencadenar hábitos poco saludables, como comer a deshora, fumar más o dejar de hacer actividad física. Todo eso, aunque no lo notemos de inmediato, va debilitando nuestro motor principal: el corazón.
Además, muchas personas pasan la mayor parte del día sentadas, con pocas pausas, en espacios cerrados y bajo presión. Y esa mezcla, aunque parezca normal, también afecta. La falta de movimiento enlentece la circulación, el cansancio se acumula y el cuerpo lo resiente.
Pero no se trata de alarmarse. Se trata de tomar conciencia. Entender que el trabajo no tiene por qué ser sinónimo de desgaste, sino que también puede ser un espacio para fomentar el bienestar.
En OTEC Achs Servicios creemos que promover una cultura del autocuidado en los lugares de trabajo no solo mejora la salud de las personas, también potencia su motivación, energía y desempeño.
Hábitos que salvan vidas
La salud cardiovascular no depende solo de los genes. Lo que comemos, cómo nos movemos y cómo manejamos el estrés impacta directamente en nuestro corazón.

Una alimentación rica en frutas y verduras ayuda a controlar la presión arterial, regular el colesterol y mantener un ritmo cardíaco saludable. También es clave incorporar legumbres y grasas saludables, como el aceite de oliva, que contribuyen a reducir el colesterol “malo” (LDL) y aumentar el “bueno” (HDL).
Dejar el cigarro y realizar actividad física regular, idealmente 30 minutos, cinco veces por semana, puede marcar una gran diferencia, sin importar el sexo o la edad.
El omega 3, la fibra y los antioxidantes naturales también son aliados poderosos para mantener el corazón sano.
Y en el caso de las mujeres, es importante mantener un control médico sobre todo si existen factores de riesgo específicos, como ovario poliquístico, endometriosis, insuficiencia ovárica, menopausia precoz, entre otros. La prevención personalizada también es parte del autocuidado.
Hoy es un buen día para empezar
No esperes a sentirte mal para cuidar tu corazón. El mejor tratamiento es la prevención, y comienza con pequeños cambios que puedes aplicar desde hoy. Aprovecha el mes del corazón para informarte, hacerte chequeos y repensar tus hábitos.
¿Y tú? ¿Ya hiciste tus chequeos? Este agosto, te invitamos a que tu corazón sea prioridad.